El brillo de la estupidez

El robo a la escultura de Rodin en el Museo de Bellas Artes de Santiago, me hace reflexionar en la estupidez de muchas personas. Aun no comprendo qué pensó este "estudiante universitario" al momento de sustraer la imagen, y cómo no fue capaz de prever por un instante en las consecuencias que traería un acto tan imbécil. Si a esto, le sumo la situación de los grafiteros que rayaron un muro incaico en el Cuzco - Perú, la propaganda electoral del alcalde de Arica en los Petroglifos de Ofragía, la construcción de alcantarillados sobre sitios arqueológicos del Valle de Azapa y una serie otros elementos, no me cabe más que decir "guau...que mundo tan estúpido".
Ahora bien la estupidez puede llegar a mayores y pasar muy por debajo de nuestros ojos, basta recordar lo sucedido con las iglesias del altiplano y el abandono que por años han sufrido. Si bien, existen iniciativas por parte de algunos organismo por el rescate y restauración de este patrimonio, no es suficiente y como consecuencias hoy nos lamentamos ante los escombros de los que hasta hace un par de días eran los templos del interior de Iquique y Arica.
Espero que la estupidez ante la cultura no aumente y que el robo de esta escultura y las facilidades que dan los museos en Chile para estos delitos, sean solo el corolario de tantos actos idiotas cometidos a lo largo de nuestra historia de especie chilena.