martes, marzo 29, 2011

Mis tardes con Margueritte



Qué hace un hombre contando palomas en una plaza. Poniéndoles nombres, haciendo una historia. Qué hace una mujer sentada en la misma plaza observando al contador de palomas. Qué ocurre cuando las miradas se cruzan, surgen algunas palabras y comienza un diálogo. Ocurre que las palomas seguiran viniendo a la plaza, pero este hombre y esta mujer caeran una amistad profunda, rica y conmovedora.


Mis tardes con Margueritte (La tête en friche), es una cinta francesa. De naturaleza bella, es de esas historias que me aprietan la garganta y me mueven el espíritu. Película sin pretenciones de profundidad de pasajes inentendibles y mensajes subliminales; por el contrario, una historia simple y directa, con diálogos cotideanos e hilos que tejen las vidas de un obrero cincuentón y de una culta anciana. De un Gerard Depardieu y una Gisele Casadesus (a sus 95 años) en una actuación brillantes para dar el peso y la emoción a la obra del país galo. Hermosa película que recomiendo.

Vale la pena sentase a ver los diálogos de esta cinta y entregarse en el sentimiento profundo de la vida que cambia en medio de las conversaciones con las palomas, esas mismas de las plazas, que son café, blancas y grises. Las mismas que llegan en la tarde a picotear algunas migas mientras un hombre las cuenta y una mujer observa.


Recomendada
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