viernes, enero 22, 2010

Que pena tiene el alma... Los payasos de la Esperanza



Gabriela decía que lo que el alma hace por el cuerpo, el artista hace por el pueblo. Debe ser por eso que me sabe tan triste oír a la Violeta cantar que pena tiene el alma, cuando su música cae como cortina suave en el escenario oscuro del teatro. Cantar que se hace vivo y doloroso, al observar esta fotografía del alma herida de mi país de hace pocos años.

Y es que ayer fui a ver Los Payasos de la Esperanza y aún no logro salir de la nube de nostalgia que me envolvió durante toda la obra.

Para quien se siente en la butaca a ver el espectáculo, se encontrará con tres payasos marginales de fines de los 70, sentados y esperando. Tres artistas conviviendo en la miseria e insistiendo en el arte y el oficio. Artistas dignos como una hallulla compartida, saciadora de minutos y grandiosa en el signo solidario. Artistas que nacieron con el corazón lleno de talento y no pueden renegar a su naturaleza escénica, ni a su público agradecido. Porque no importa si la tos te golpea; no importa el hoyo, la pala y el insulto; no importa tampoco la sonrisa adolorida. Qué importa. Si es el espíritu el que te dice que eres artista, que eres un tony lindo, para recorrer comedores infantiles y hacer reír a los rajitas chicas. Que eres un tony digno, no un carpero, ni un mendigo. Que vives de la risa, aunque esta te sea escasa, como cuando te duelen los pies de tanto caminar y las mano de cavar y seguir cavando, pero aún así sigues riendo; o como cuando el pecho se te contrae en el dolor de ver como tu madre se consume en el olvido y logras reponer esa sonrisa, inflar el pecho y seguir construyendo desde tus riquezas, que solo son tu talento.

Que herido estaba mi Chile, golpeado en la pobreza del artista orgulloso de su arte e indignado de su miseria. Que pena tenía el alma chilena cuando se tejió esta obra, finalizando los 70, cuando yo nacía en medio de esa pobreza de barro, parroquias y colonias urbanas; y vi pasar a un viejo pascuero, a un payaso y a varios que nos hacían reír en la inocencia de la infancia.

Lo que el artista hace por el pueblo, se estaba muriendo. Lo estaban matando. El alma de Chile tenía una pena. Una gran pena.

El texto de esta obra es universal, renaciendo 30 años más tarde y manteniendo el sabor de los porotos de las época. Poesía en los textos, actuaciones magistrales y magia para trasladarse a tus emociones. Un homenaje a la sobrevivencia de un país en el dolor, como cuando fui un rajita chica y no entendía de la presión miserable que vivía mi país en esos días.

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Elenco original: Mauricio Pesutic, Rodolfo Bravo y José Luis Olivarí
Elenco actual para Santiago a Mil: Roberto Farías, Sebastián Layeca y Claudio Castellón.

miércoles, enero 13, 2010

Conversando con Sebastián Silva

Comparto una excelente conversación que tuvo en exclusiva El Nortero con Sebastián Silva, horas antes de que se estrenara La Nana en nuestro país.

Un diálogo distendido, muy sabroso, pero sobre todo de mucho valor para observar la creación de una obra como es está película, contada desde su gestor.


Acá link a la nota CLICK
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martes, enero 05, 2010

Oh mi globalización!


De uno de mis músico favoritos Jorge Drexler... oh mi globalización!!!

Disneylandia

Hijo de inmigrantes rusos casado en Argentina con una pintora judía, se casa por segunda vez con una princesa africana en México.


Música hindú contrabandeada por gitanos polacos se vuelve un éxito en el interior de Bolivia.


Cebras africanas y canguros australianos en el zoológico de Londres.

Momias egipcias y artefactos incas en el Museo de Nueva York.

Linternas japonesas y chicles americanos en los bazares coreanos de San Pablo.

Imágenes de un volcán en Filipinas salen en la red de televisión de Mozambique.

Armenios naturalizados en Chile buscan a sus familiares en Etiopía.

Casas prefabricadas canadienses hechas con madera colombiana.

Multinacionales japonesas instalan empresas en Hong-Kong y producen con materia prima brasilera para competir en el mercado americano.

Literatura griega adaptada para niños chinos de la Comunidad Europea.

Relojes suizos falsificados en Paraguay vendidos por camellos en el barrio mejicano de Los Ángeles.

Turista francesa fotografiada semidesnuda con su novio árabe en el barrio de Chueca.

Pilas americanas alimentan electrodomésticos ingleses en Nueva Guinea.

Gasolina árabe alimenta automóviles americanos en África del Sur.

Pizza italiana alimenta italianos en Italia.

Niños iraquíes huídos de la guerra no obtienen visa en el consulado americano de Egipto para entrar en Disneylandia.