viernes, agosto 04, 2006

Pequeña fuga

Viernes y la semana no se agota.

Por la calle del costado de la catedral las luces amarillas de un auto alumbran el concreto que en bajada se dirige hacia mi oficina. Desde la ventana solo observo como avanza. Desde mi ventana el vidrio no escandila la luz que va en otra dirección.

El auto pasa y la calle permance ahí. La catedral permanece ahí. Otro auto pasará luego.

Y yo también permanezco aquí intentando encontrar una fuga de mi encierro en el simple movimiento de una luz que surcó el concreto de mis ojos agotados.