lunes, agosto 17, 2009

La Nana



Una mujer que pudo ser una secretaria, una ejecutiva, una dueña de casa, pero que en esta cinta es una Nana y a quien observamos en sus miedos profundos, en sus cárceles imaginarias, construidas desde sus propios temores y limitaciones que ella misma se impuso. Esa pasión por el trabajo, que no es mas que la excusa para olvidarse de la propia vida, de la soledad y de la historia que se construye de sí mismo. Una excusa para evitar dar el primer paso y salir trotando, para sudar por uno y no por los otros, para comprender que se está atrapado no tras una reja, no en un jardín, ni en una cocina, sino que se está atrapado en lo que al final se escogió ser y hacer de la vida.

La Nana y sus personajes notables, nos llevan hacia la historia donde el quiebre no se produce con la aparición del asesino, de la explotadora, del accidente y de los mil y un conflictos gratis que siempre están a la mano, para satisfacer a la audiencia. El quiebre se genera en la simpleza del diálogo cotidiano, de la ternura de la pregunta ¿qué te hicieron? hasta la risa del ejercicio para subir el poto.

En suma, una mirada hacia adentro reflejado en la sonrisa escueta de Catalina Saavedra, magistral en su actuación, como el desparpajo sutil de Mariana Loyola y el conciliador caminar de Claudia Celedón, que sumaron un equilibrio notable junto al resto del elenco para sacar adelante esta magnífica cinta. Créditos para Peiriano y Silva en el guión y para este último el agradecimiento de entregarnos bajo su dirección esta particular, pero universal historia.