martes, febrero 27, 2007

Silvio en Lima... Canal en Palestina



Silvio Rodríguez en Lima, tan cerca y cómo no iba a verlo. Así que con mi hermano tomamos maletas, cruzamos a Tacna y rumbo a Lima al concierto…

Lo cierto es que estuve tres días en Lima, disfrutando lugares maravillosos de esta ciudad, conociendo el Puente de los Suspiros en Barranco, junto al entorno que cautivó a la Chabuca Granda para crear la Flor de la Canela. Visité iglesias y museo, todo muy bueno. Pero lo mejor, fue la razón de mi viaje, Silvio Rodríguez en concierto, en una noche magnífica y en una ciudad histórica, donde además compartimos con un matrimonio de ecuatorianos, que al igual que nosotros cruzaron una frontera para ver al cantor (saludos a ellos).

De su música y sus canciones lo describo en El Morrocotudo. Pero en este canal, quiero compartir un poema, de esos buenos e impactantes, que leyó Silvio en su concierto, citando antes un extracto de una noticia donde habla de Israel y la amenaza de misiles a los refugiados de Palestina. El poema es de Luis Rogelio Nogueras, poeta cubano y se titula Halt!

Aquí lo comparto

Halt!

Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno

Auschwitz-Cracovia, 21-10-79

Palabras en poemas. Silvio y su música. Letras y la reflexión. Aún es febrero. Aún es verano. Y aún recordando la trova cubana, mientras cierro esta señal desde el desierto.



*Fotografía: Silvio en Lima. Concierto 2007

sábado, febrero 03, 2007

Violeta. Recojo el fruto de la Parra

Se cumplen 40 años desde que la Violeta Parra en una decisión aguda se autoexilió de nuestro mundo, para ir a cantar con sus querubines las siembras que cosechó sembrando el espíritu de Chile. Y así no más es, son 40 años, cuando una bala loca, salió de una mano loca, para cruzar una mente loca, de mi patria que sigue loca. Por eso y entre tanta locura, de homenajes y de olvidos, de mi tierra que mucho le debe a los frutos de esta parra y al aroma de esta violeta, es que me detengo en mi blog y me siento en el recuerdo, para traer algo de lo nuestro a este sitio en el desierto.

Ni musa, ni inspiradora... para qué buscar en lo onírico, lo que pudo encontrar en la tierra. Pues ese viaje por el cuerpo humano, en cada vena que cruza a Chile, bien lo supo recorrer recogiendo lo que está frente a nuestros ojos y no sabemos recogerlo. Y de la arpillera, a la voz... y de la voz, al mundo y del mundo a la casa, y mi Violeta, nuestra Violeta nos seguirá cantando.

Y de su vida, vemos como desde la miseria de un país pobre, con un padre ebrio y una madre trabajadora, surgen súbitos los frutos del arte para que en medio de la infancia, la música se transforme en la proveedora del hogar.

Crecí cantando el Casamiento de Negros; tararié el Sacristán; Gracias a la Vida me sigue maravillando; escucho La Carta y levanto el puño; escucho el Rin del Angelito y me recojo. La Jardinera para todo el año y el Run Run para el silencio, y podría seguir y no parar, son muchas las que me formaron, para quedarme con una de las frases más magistrales que se le pueden arrancar a una obra de la Violeta. Comparto uno de los párrafos de Volver a los 17, de todas mi favorita.

Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber
ni el más claro proceder
ni el más ancho pensamiento


Y su hitoria en décimas, contada por sí misma... algunos fragmentos que nos cuentan de su vida.

Mas van pasando los años,
las cosas son muy distintas:
lo que fue vino, hoy es tinta;
lo que fue piel hoy es paño;
lo que fue cierto, hoy engaño,
todo es penuria y quebranto,
de las leyes de hoy me espanto;
lo paso muy confundida
y es grande torpeza mida
buscar alivio en mi canto.

(...)

Yo no protesto por migo,
porque soy muy poca cosa,
reclamo porque a la fosa
van las penas del mendigo.
A Dios pongo por testigo
que no me deje mentir,
no me hace falta salir
un metro fuera' e la casa
pa' ver lo que aquí nos pasa
y el dolor que es el vivir.

(...)

Se m'enredó en San Rosendo
un pie al cruzar una esquina,
el otro en la Quiriquina
se me hunde mares adentro,
mi corazón descontento
latió con pena en Temuco,
y me ha llorado en Calbuco,
de frío por una escarcha,
voy y enderezo mi marcha
a la cuesta 'e Chacabuco.*

*Este último párrafo pertenece al capítulo LVIII del libro ”Décimas – autobiografía en verso” publicada en 1966 por Violeta Parra. De este texto nace en un trabajo de Patricio Manns la hermosa canción La Exiliada del Sur, la cual es rescatada casi en su totalidad por el autor, haciendo solo algunos cambios de lugares y palabras. Más tarde INtillimani hace una nueva versión según la música de Manns y rescatando el texto original de Violeta - solo cambia dos palabras "falda por blusa y niña por niño"- Hoy cantamos generalmente la versión de los Inti, pero se sigue ominitendo parte del último párrafo de esta décima, donde Violeta nombra a su hermano Roberto. El texto dice así:

Desembarcando en Riñihue
se vio la Violeta Parra,
sin cuerdas en la guitarra,
sin hojas en el colihue;
una bandá' de chirigües
le vino a dar un concierto;
con su hermanito Roberto
y Cochepe forman un trío
que cant'a l'orilla 'el río
y en el vaivén de los puertos.

La exiliada y su exilio último. A 40 años de su muerte. Madrugada. Sábado. Oyendo Volver a los 17. Noche cálida junto al Pacífico. Blog madrugador.