Silvio en Lima... Canal en Palestina
Lo cierto es que estuve tres días en Lima, disfrutando lugares maravillosos de esta ciudad, conociendo el Puente de los Suspiros en Barranco, junto al entorno que cautivó a la Chabuca Granda para crear la Flor de la Canela. Visité iglesias y museo, todo muy bueno. Pero lo mejor, fue la razón de mi viaje, Silvio Rodríguez en concierto, en una noche magnífica y en una ciudad histórica, donde además compartimos con un matrimonio de ecuatorianos, que al igual que nosotros cruzaron una frontera para ver al cantor (saludos a ellos).
De su música y sus canciones lo describo en El Morrocotudo. Pero en este canal, quiero compartir un poema, de esos buenos e impactantes, que leyó Silvio en su concierto, citando antes un extracto de una noticia donde habla de Israel y la amenaza de misiles a los refugiados de Palestina. El poema es de Luis Rogelio Nogueras, poeta cubano y se titula Halt!
Aquí lo comparto
Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno
Auschwitz-Cracovia, 21-10-79
Palabras en poemas. Silvio y su música. Letras y la reflexión. Aún es febrero. Aún es verano. Y aún recordando la trova cubana, mientras cierro esta señal desde el desierto.