domingo, mayo 21, 2006

Sentado en el Cinema Paradiso

Los besos no se censuran

El otoño está más frío que de costumbre en el norte. Ya el mar está dejando caer sobre la ciudad su aliento blanco, que cubre las calles de esa frágil niebla que pone difusa las amarillas luces de las noches y de las avenidas. Yo en mi casa; hoy domingo y hace poco terminé de ver "Cinema Paradiso". Ya la había visto cuando era niño y recuerdo que terminé triste después de verla. Recordaba su música (hermosa), algunos personajes y varios pasajes de esta cinta, por eso y porque es una gran cinta, es que era necesario volver a verla. Y aquí estoy, quizás con el mismo sentimiento que cuando era un niño. Con esa nostalgia extraña de la historia de otros, en un pueblo lejano, en una época anterior y que yo solo observo desde una ventana, pero que me atrapa en la simpleza de la cotidianeidad universal de nuestra vida común, de amores, familia e historia.

Toto, Alfredo, el cine, el loco, el pueblo, la gente, la calle, el cura... la madre, el castigo, la guerra, la pena, el fuego, la pantalla... Chaplin, las risas, la inocencia, el pecado, la vida, el pueblo... yo sentado junto a mi mamá compartiendo una tarde y un domingo.

La película volando por un muro que se proyecta a través de la ventana en una plaza, para conseguir la magia de un momento conmovedor, donde sin duda yo también fui un protagonista. La secuencia de imágenes irradiadas desde la solidaridad cómplice de un niño y de un viejo que en la soledad de un cuarto observan como otros escriben una historia nueva solo con una sonrisa.

Solitarios siempre, pero siempre con compañía. El racconto constante en búsqueda de la raíz que duele porque es profunda, porque es tan propia como el origen del amor por la vida y que por lo mismo da temor a enfrentar.

Tras las cortinas la tarde que se hace noche y un viento que enfría lo que queda de jornada en estos días de otoño. Yo en mi casa, en silencio viviendo esta creación que hasta ahora me emociona. El cine y el paraíso son los protagonistas y yo solo un invitado. Apago las luces y comienza a rodar la vida, que se proyecta sobre nuestras almas el Cinema Paradiso.

jueves, mayo 18, 2006

A n t u c o

Va un año desde aquel dolor en mi garganta provocado por ese nudo que aprieta demasiado fuerte y que se apoderó de mi cuello, del de mi vecina acá en el norte, de mis amigos del sur, de los que no conozco en el centro y de mi Chile entero al ver tanta muerte reunida.

Es que la cordillera se los tragó, les nubló la mirada, les detuvo su paso y los arrulló en el silencio de su juventud, forzada a caminar hacia la muerte cuando la irresponsabilidad de aquellos que ostentan poder ordenan y no piensan, obligan y no miden, mandan y no sienten, y sin reparar en el otro, en el semejante, en el compatriota, hacen que sus órdenes se transformen en un cuchillo que atraviesa silencioso la dignidad de un ser humano. Pero que esta vez la estocada cruzó más allá del orgullo y se alojó en el corazón de los más de 40 que murieron en las alturas de esa nieve enfurecida.

Que miseria...
Que miseria...
Que horrible y que miseria...

Y que larga debió ser la espera en el gimnasio de ese Regimiento, mientras Antuco pasaba a la historia, tan largo como este año cuando aun continúan esperando para entender el porqué de la tragedia.

Antuco a un año...
Antuco de los otoños más bravos.

domingo, mayo 14, 2006

Hay días buenos y días mejores

Hoy finalizo el domingo con mi familia celebrando a mi mamá y a mis hermanas que también son mamás. Primero algunos fueron al cementerio a ver a mi papá... algunas flores, arreglar el pasto, limpiar y conversar en el valle donde descansa. Otros en casa arreglando el almuerzo sorpresa para festejar el día.

Un buen domingo, cocinando, comiendo, conversando y riendo... primero el almuerzo, más tarde el té y después cantamos recordando a Roberto Carlos... jeje... todos alrededor de la mesa, para seguir jugando y finalmente bailando un tango con mi hermano.

Mientras escribo acaban de pasar las doce de la noche.
Ya es lunes.
Ayer fue domingo y fue bueno.
Mi perro ladra en el patio a la penumbra del pasaje mientras escribo este pequeño post en mi blog de medianoche.

sábado, mayo 06, 2006

Hoy

Hoy es sábado,
es mayo,
es otoño,
es Arica
y soy yo.

El sol, el cielo, la ventana con el vidrio y algunas manchas. Un bostezo en recuerdo del temblor que me despertó anoche a eso de las cinco de la madrugada cuando yacía entregado a la sábana, almohada y mi pijama.

Hoy es mediodía,
es viento,
es casa,
es costa
y es Gilberto Gil tocando en mi pc.

Y sobre mi escritorio algunas monedas del pasaje en la semana. Un par de pilas que debo cargar aprovechando que es sábado y como estoy sin calcetines ya me dio un poco de frío.

Hoy es blog,
es letra,
es palabra,
es texto
y es minuto más escribiendo.