Nuevamente es Viernes
Nuevamente oficina
Nuevamente nueve
El fin de semana que pasó viajé a Iquique. El desierto es genial, hace años que no lo recorría de día, con el sol y los colores de cada cerros. Esas cuestas interminables que circunda el bus en una huella que traza las líneas infinitas de una tierra demasiado seca. Mis días en el puerto vecino pasaron rápido para estar de regreso en Arica, con mis playas, árboles, valles, trabajo y familia.
Y la semana estuvo pro, el jueves en el valle de Lluta compartiendo, conversando y fotografiando, plaza ciudadana con los servicios públicos trasladados al sector rural de nuestra tierra. El miércoles caminata nocturna por la costanera a los pies del morro, como cierre de una jornada entre ceremonias y discursos. Y así pasó la semana, entre oficina, juntas de vecinos, fotos, diarios y entrevistas... pero finalmente es de noche y por fin me siento un rato a bloggear.
Ahora me retiro caminado y comparto una foto de mi morro iluminado, con mi amarillo fetichismo de las nocturnas luces de la ciudad. Nuevamente es morro.

Miércoles, caminata por la costanera.